La abogacía después de la COVID-19: la tecnología marcará la diferencia
La abogacía después de la COVID-19, como la inmensa mayoría de los servicios, no será lo mismo. La pandemia ha dejado muy claro que el factor tecnológico tiene un peso absolutamente decisivo. La adaptación de los modelos de trabajo a la transformación digital es aún más una necesidad.
La efectividad, a la hora de asumir decididamente el salto tecnológico, marcará la diferencia. La gran mayoría de los analistas coincide. Señalan que no será posible volver a la realidad tal y como la conocimos hasta 2019. Pero eso, necesariamente, no tiene por qué significar que todo va a ser peor. El enfoque es lo que, al fin y al cabo, termina por definir la percepción. Y los nuevos desafíos, en este caso, son también nuevas oportunidades.
La abogacía, después de la COVID-19, se moverá en un entorno en el que la tecnología ha demostrado su valor. Muy especialmente, en lo que se refiere a la movilidad. Los bufetes se han visto obligados a recurrir al teletrabajo, y muchos, al hacerlo, han descubierto algunas de sus ventajas. Aunque, desafortunadamente, haya sido en un escenario terrible y en las peores circunstancias.
La abogacía después de la COVID-19: los tres factores clave
Jacint Vilardaga, en un artículo publicado en la página web del Ilustre Colegio de la Abogacía de Barcelona (ICAB), habla de la adaptación acelerada del sector a la tecnología. En él, identifica tres etapas en la que, desde su punto de vista, será la nueva forma de ejercer la abogacía. La primera corresponde a la garantía de la continuidad del servicio. En segundo lugar, describe el establecimiento de nuevas formas de trabajar en un entorno que él define como «omnicanal». Y, finalmente, señala también la priorización de la transformación tecnológica. Siempre, en este caso, en función de la manera de trabajar de los propios abogados.
En cuanto a la garantía de la continuidad del servicio, la tecnología Cloud es un valor decididamente seguro. Y no sólo por el hecho de que garantiza la disponibilidad de los sistemas en cualquier circunstancia. También, porque, si se escoge bien el servicio en el que vamos a apoyarnos, asegura tanto la integridad como la confidencialidad de los datos. A nivel de nuevas formas de trabajar en un entorno omnicanal, existen múltiples soluciones para hacerlo de manera eficiente. Finalmente, en lo relativo a la adaptación de la tecnología a las formas de trabajar de los abogados, el abanico tal vez es menos amplio. Pero, no obstante, eso no significa que no existan aplicaciones de software que los tienen muy en cuenta.
Nuevas maneras de trabajar para la abogacía
Las nuevas maneras de trabajar de la abogacía después de la COVID-19 en un entorno omnicanal como el que supone internet implican múltiples enfoques. Por ejemplo, en la comunicación con los clientes. La atención presencial, en los meses posteriores a la fase más aguda de la pandemia, puede experimentar una fuerte caída. Por ello, será necesario contar con una solución que permita establecer contacto de manera ágil y sencilla. Incluso, por medio de múltiples canales. Con Microsoft Teams, por ejemplo, se pueden llevar a cabo videoconferencias con apenas unos clics. Y, además, incluye también llamadas de voz, chats y mensajería instantánea.
Otra de las necesidades que puede cubrir la tecnología en este escenario es la gestión de los documentos. Ante la necesidad de compartirlos entre los diferentes profesionales de un despacho, e incluso con los clientes, la tecnología Cloud nos da una solución. Por medio de SharePoint Online se puede llevar a cabo una gestión documental que permite no sólo una fácil compartición. También aporta, además, una perfecta organización de los documentos del despacho.
La tecnología nos ofrece también soluciones a la hora de gestionar la disponibilidad en situaciones muy concretas. Por ejemplo, a la hora de organizar una campaña de rentas para múltiples clientes. Por medio de Bookings, en este caso, es posible organizar la atención personalizada para cada uno de ellos. Todos, con su cita convenientemente apuntada. De tal manera, que se incorpora también de manera automática a la agenda de los profesionales que deben atenderlos.
Gestión integral de un despacho de abogados
La adaptación de la tecnología a la manera de trabajar de los abogados, por su parte, requiere un software más específico. Uno que esté diseñado para asistirlos en la gestión del día a día de un despacho. En todos los aspectos que forman parte de la misma, tanto en la gestión documental como en la gestión de los expedientes. Y, sobre todo, en la gestión de los clientes, su activo más importante.
Además, debe tener en cuenta otras necesidades, como la imputación de las horas trabajadas, para evitar que el cierre del mes se convierta en un infierno. Y también, cómo no, el control de la agenda, para ayudar a los profesionales no sólo gestionar sus horas de trabajo, sino también a recordar obligaciones legales. Todo, por supuesto, con un entorno que garantice tanto la privacidad como la confidencialidad de los datos que se gestionan en el despacho y que permita la máxima movilidad. Una serie de características que la tecnología Cloud ya está, en estos momentos, en posición de ofrecer.
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